Es sorprendente la diligencia con la que actúa el Sr. Procurador, Dr. Alejandro Ordóñez. Creo que no soy el único sorprendido. Me causa gran interés el porque un problema que responde a las necesidades de una ciudad y una situación que se entiende la afectó por tres días con efectos que fueron resueltos en menos de un mes se ha resuelto con tanta celeridad y de manera ejemplar. ¿Tendrá fines políticos?, ¿habrá detrás de esto fines económicos?.
Decidí buscar rápidamente las funciones de la procuraduría en su mismo sitio web y encontré lo siguiente:
La Procuraduría General de la Nación es la encargada de iniciar, adelantar y fallar las investigaciones que por faltas disciplinarias se adelanten contra los servidores públicos y contra los particulares que ejercen funciones públicas o manejan dineros del estado, de conformidad con lo establecido en el Código Único Disciplinario ó Ley 734 de 2002.
Me causa gran sorpresa que una persona que debe cumplir estas funciones desde el 11 de diciembre de 2008 no haya fallado de igual forma y con la celeridad que corresponde en referencia a las EPS por ejemplo. Contra quienes millones de ciudadanos han presentado quejas y reclamaciones, entidades que se financian con recursos públicos. Tampoco se ha pronunciado sobre el ausentismo de los parlamentarios quienes son servidores públicos. Y así la lista se hace infinita.
Volviendo a Petro, considero muy probable que haya cometido desaciertos, hay que ser tan sólo humano para que al actuar se cometan errores, si esto no fuese así, estoy seguro que no existiría el silicio, pero ahí está y existe una razón profunda para su existencia. Estoy seguro que el Sr. Procurador entiende esto perfectamente. Por esto creo que se está ensañando con ciertos temas y otorgando indiferencia a otros, se empiezan a percibir fenómenos extraños en el cumplimiento de sus funciones y en sus intensiones, hasta el punto que algunos ciudadanos empezamos a vislumbrar ciertas pretensiones oscuras. Me confunde Dr. Ordóñez.
No logro comprender porqué siendo el mismo Procurador, con el mismo talante y su visión responsable del país, no ha podido ser diligente con lo demás. Y justamente cuando pienso en eso, olvido por completo a Gustavo Petro cuya suerte se resolverá en los tribunales o mejor aún, en los medios de comunicación como ahora es costumbre en Colombia.
Sr. Procurador, ¿cuánto tiempo más se piensa demorar con los temas de salud, medio ambiente, valorización, contratación de infraestructura, entre otros?. Problemas que existen ya desde antes de su llegada a su cargo desde hace 6 años y sobre los cuales aún no se ha pronunciado de forma definitiva y contundente.
En sus manos Sr. Procurador está que el país lo recuerde como un funcionario responsable o politiquero. En sus manos está que realmente transforme la nación y no transforme a conveniencia el proceso electoral que se avecina.
Sus demás actos serán los que definan si era su deber (o era una orden) destituir a Gustavo Petro. En sus manos, no en las de Dios, está demostrar si usted simplemente es una marioneta de los que gozan de manipular el poder y llenarse de riqueza o un hombre de bien.
Dios lo guarde Procurador y como dijo San Josemaría Escrivá De Balaguer: «Para acabar las cosas, hay que empezar a hacerlas».
Para los de ruana 